Cosmética sostenible. Guía de consumo [Actualizado 2023]

En esta guía, conocerás algunos datos sobre la industria cosmética y encontrarás nuevas costumbres para un consumo más sostenible de los productos cosméticos. Este artículo es el primero de la serie «Químicos en el Hogar».

Definición de cosmética y contexto

La Comisión Europea considera como cosméticos en su legislación, los productos de higiene diaria y los artículos de belleza. En ambos casos, son sustancias destinadas a ponerse en contacto con las partes externas del cuerpo, dientes y las mucosas de la cavidad oral.

A esta definición, nosotros añadiremos también los medicamentos de uso común, en su vertiente de higiene, tanto en su ingesta por vía tópica como oral (antiinflamatorios, analgésicos, desinfectantes, etc.). Por su crecimiento en el ámbito doméstico, así como por el gran aumento de la venta de cosméticos también en las farmacias, hemos decidido incluirlos en esta guía sobre cosmética ecológica.

Unos y otros, aunque no suelen utilizarse en grandes cantidades en casa, son de uso diario o frecuente y además son empleados por todos los segmentos de la población, desde bebés hasta ancianos.

Los productos de higiene podemos considerarlos de primera necesidad por sus implicaciones sanitarias. Sin embargo, los productos de belleza debemos entender que son productos de gran consumo, ya que vivimos un momento donde prima la imagen y la estética.

Nos podemos hacer una idea de la magnitud del impacto ambiental que todo esto genera, principalmente porque incluyen compuestos químicos sintetizados, que desde su producción, como por su uso o por el residuo que dejan, son o pueden ser dañinos para nuestro entorno natural.

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Por un lado, cabe señalar que a nivel europeo, existe un importante marco normativo que abarca áreas como el registro, evaluación, autorización y restricción de uso de sustancias químicas (reglamento REACH, en vigor desde 2007). Además de una legislación nacional concreta para que los cosméticos sean más seguros (Real Decreto 85/2018, que desarrolla el Reglamento (CE) 1223/2009, este último en vigor desde 2013). Europa es líder mundial en la industria cosmética.

Por otra parte, la información disponible sobre los efectos de las sustancias es limitada.

No se conocen realmente los efectos del uso de ciertos compuestos químicos en el largo plazo, como tampoco sobre los efectos de mezclar unos químicos con otros cuando usamos diferentes cosméticos.

Y a todo lo anterior habría que añadir que en la evolución de los estudios, lo que antes se consideraba seguro, ahora eliminan o limitan su cantidad en la composición, al indicarse como peligrosos para el medio ambiente y/o la salud de las personas.

Además, la cantidad de productos, referencias e ingredientes empleados hoy en día por la industria cosmética es tan grande, que hace que la información disponible sea aún más limitada para nosotros como consumidores, cuando no, ambigua, contradictoria y compleja.

En resumen

La información disponible sobre los efectos de los químicos empleados en la fabricación de cosméticos es insuficiente para tomar decisiones, haciéndolo poco práctico para el consumidor.

Esto quiere decir que cuando tengamos que tomar una decisión, lo mejor es usar nuestro sentido común en cuanto a cómo mantener un equilibrio entre nuestras necesidades de higiene y necesidades estéticas, sin olvidarnos de la seguridad para la protección del medio ambiente y nuestra propia salud.

Algunos datos sobre la industria cosmética

Europa es líder mundial en la industria cosmética y el principal exportador mundial de cosméticos.

Según la CE (Comisión Europea) y Cosmetic Europe (asociación a nivel europeo que representa al sector cosmético), el mercado europeo de cosméticos y cuidado personal es el más grande del mundo, valorado en 78.600 millones de euros en 2018. Dentro del mercado europeo, España es el quinto mercado más grande.

En 2018, España se convierte en el 2º exportador mundial de perfumes.

Ese año las exportaciones de todo el sector español de cosméticos alcanzaron más de 4.000 millones de euros, por encima de los 3.000 millones de euros del aceite de oliva o de otras exportaciones como el vino y el mosto o los cítricos.

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Curiosamente no sólo somos grandes exportadores, sino también grandes consumidores.

En 2018, el mercado de los cosméticos en España alcanzó los 6.888 millones € (un 40% más aprox.), según recogen los datos de STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) y MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).

Y desde entonces hasta ahora el mercado de los cosméticos no ha dejado de crecer. 

El problema es que las cosas han cambiado mucho: en 2009, la UE permitía en cosméticos el uso de propylparaben y phenylparaben (usados como conservantes antibacterianos) hasta el límite individual de 0.4%.

Después, en 2014, se bajaba el límite del propylparaben hasta un 0.14% (y se establecía que no podía ser usado en productos destinados a la zona de pañal para menores de 3 años) a la vez que se prohibía el uso de phenylparaben en cosméticos. Fuente: CE (Comisión Europea). Legislación: Reglamento 1223/2009, Reglamento 358/2014 y Reglamento 1004/2014.

Este último punto no se refiere a todos los tipos de parabenos, puesto que los hay seguros y necesarios, sino como ejemplo ilustrativo de cómo cambian las restricciones a lo largo del tiempo.

Impacto ambiental de la industria cosmética

Al hablar de cosmética en general, y de cosmética ecológica y sostenible en particular, conviene conocer algunos elementos importantes que pasamos a explicarte a continuación.

Consumo de agua

El mayor impacto ambiental de los cosméticos se relaciona con su uso, que mayoritariamente está conectado con el lavado/limpieza mediante aclarados con agua.

Por lo tanto, el consumo de agua y la generación de aguas residuales concentran la huella ecológica de estos productos.

Al menos, eso es lo que se deduce de los resultados obtenidos en los Análisis de Ciclo de Vida realizados por el sector industrial cosmético, según Cosmetic Europe.

Es necesario añadir a esto que, si bien es obvio que hemos de ahorrar agua en el ámbito doméstico, la diferencia en cuanto a este cometido, la marcarían el sector agrícola y el industrial (este en menor medida).

En España, similar a la media mundial, el consumo de agua por sectores deja al consumo urbano en un 15% aproximadamente, frente al 65% del sector agrícola y al 20% del sector industrial.

Dentro del urbano el consumo doméstico supone más o menos un 70%.

Generación de aguas residuales

Otro impacto de máxima importancia es el de las aguas residuales domésticas.

Muchos compuestos químicos que son ingredientes de los cosméticos, no pueden ser correctamente depurados y acaban en el medio marino y fluvial.

Lo mismo ocurre con la degradación de nuestros sistemas de saneamiento, a causa del uso de toallitas, bastoncillos, papel higiénico, etc.

En muchos de estos productos, aunque se identifiquen como biodegradables, la realidad es que no se especifica en qué condiciones lo son (¿en el medio terrestre? ¿en el acuático?), ni lo más importante: en cuánto tiempo.

Huella ecológica en la producción y su uso

Concluir que la huella ecológica se concentra sobre todo durante el uso de cosméticos es correcto, y es nuestra responsabilidad como consumidores hacer algo en este aspecto.

Pero esto no debe invisibilizar los impactos asociados a la producción: agricultura intensiva de productos vegetales (como el aceite de palma), la extracción y procesado del petróleo (uso de sus derivados), el transporte de materias primas, la contaminación debida a los procesados químicos (emisiones, vertidos y generación de residuos peligrosos), la fabricación del packaging, etc.

Contaminantes emergentes y microcontaminantes

Los contaminantes emergentes son aquellos que en un principio no se consideraban peligrosos o dañinos –o ni si quiera contaminantes– pero que con el paso del tiempo, los nuevos estudios van descubriendo que sí lo son.

En cambio, los microcontaminantes son aquellos que se encuentran a muy bajas concentraciones, por lo que han pasado inadvertidos y se han identificado usualmente con un bajo impacto.

Otra denominación es la de: contaminantes de preocupación emergentes, es decir, ya estaban pero ahora nos preocupan más. Estaríamos hablando de sustancias como los nanomateriales –definidos en el Reglamento (CE) 1223/2009– los microplásticos, etc.

¿Qué tienen de peligrosos?

  • Al no considerarse contaminantes en un principio y/o debido a sus bajas concentraciones, la mayoría de nuestras depuradoras no están preparadas para eliminarlos de forma efectiva. Recordemos que en el caso de los cosméticos, una buena parte de su impacto ambiental se debe a las aguas residuales.
  • Debido a su naturaleza no hay estudios, o no son suficientes, sobre sus efectos a largo plazo y en conjunto. Por ejemplo, estudios de si se bioacumulan y biomagnifican en la cadena trófica* o de si reaccionan con el medio y/o entre ellos, pudiendo formar subproductos más peligrosos, conocido como efecto cóctel.

*Se bioacumulan y biomagnifican en la cadena trófica, hace referencia a la cadena alimentaria. Toscamente dicho, nos comemos unos a otros y por tanto las sustancias se transfieren de un ser vivo a otro. 

¿Qué tienen que ver con los cosméticos?

Los cosméticos usualmente tienen muchos ingredientes a muy bajas concentraciones. Estos ingredientes son muy diversos y numerosos (más de 26.000 en el último Glosario de la UE) y además entre ellos hay sustancias de origen sintético que no existen en la naturaleza.

Esto dificulta poseer suficiente información sobre sus efectos. Muchos de estos ingredientes son o pueden ser considerados contaminantes emergentes y/o microcontaminantes.

Ejemplo. Los parabenos son un grupo de compuestos químicos que se usan en los cosméticos como conservantes, en concentraciones inferiores al 1%, incluso algunos están prohibidos. Todos los usados comercialmente son de origen sintético/industrial.

Existe una cierta controversia, pero distintos estudios avalan su actividad como disruptores endocrinos (sustancias que alteran el equilibrio hormonal) y que suelen ser más dañinos, tanto en animales como en seres humanos, en las etapas tempranas de desarrollo (embriones, fetos, primera infancia).

👉🏼 Mejorar nuestras costumbres con los residuos sólidos

Durante las actividades de higiene diaria y estética, se generan también residuos sólidos que es necesario gestionar correctamente. Lo principal sería no echar por el desagüe ningún sólido.

  • El papel higiénico, bastoncillos, toallitas, pelo, uñas, etc. debemos separarlos y gestionarlos como residuos urbanos.
  • Bastoncillos y toallitas, siempre que haya alternativas, habría que dejar de usarlas.
  • Sustituir el papel higiénico por el lavado.
  • Pequeños electrodomésticos, textiles, etc. llevarlos al punto limpio.
  • Medicamentos caducados o que no necesites, incluso cajas y envases ya vacíos o con restos, llevarlos a los puntos SIGRE, ubicados en la mayoría de las farmacias. MUY IMPORTANTE NO TIRARLOS NUNCA A LA BASURA NORMAL.
  • Medicamentos para animales en casa. No hay un sistema de gestión general.

¿Por qué se usan tantas sustancias sintéticas si hay tantas polémicas y controversias sobre su seguridad?

Las justificaciones generales para utilizar estos compuestos sintetizados industrialmente son variadas: que mejoran la eficacia de los naturales, que son más fáciles y baratos de conseguir que estos y/o que no tienen una alternativa natural.

Y por supuesto, el argumento más importante, es que todas las sustancias que se usan están aceptadas como seguras por la reglamentación de la UE, con las condiciones y restricciones que se indiquen en cada caso.

Como ya hemos visto, la reglamentación va cambiando con el tiempo debido a los nuevos descubrimientos que la ciencia va haciendo y a las fluctuaciones de las diferentes presiones socioeconómicas sobre los legisladores (opinión pública, iniciativas ciudadanas, industria cosmética, presión de mercado, etc.).

Así que aquí tenemos el dilema: el frágil equilibrio que existe entre la necesidad de usar compuestos sintéticos en los cosméticos y los riesgos que representan para el medio ambiente y la salud humana.

🚩 ¿Qué necesitamos realmente, de entre todos estos productos disponibles, para tener una calidad de vida suficientemente plena y segura?

¿No es excesivo nuestro consumo de muchos cosméticos que no son de primera necesidad?

¿Cuántos riesgos estamos dispuestos a asumir?

¿Este es el precio de la vida en los siglos XX y XXI?

¿No hay más opciones?

Nuestra respuesta sería que en los cosméticos que sean imprescindibles para garantizar la higiene personal y la salud pública –y cuya disponibilidad y eficacia no puedan ser cubiertas con alternativas naturales– se usen las sustancias sintéticas necesarias.

Siempre, eso sí, que se haga de la forma más segura posible para la salud y el medio ambiente.

En todos los demás casos, nos parece de sentido común que eviten.

Los impactos y riesgos derivados de su producción y uso, son algo que afecta a la salud de todas las personas y a la degradación y contaminación del entorno natural que todos habitamos, incluidas plantas y animales.

No estamos ante un problema aislado. Nos afecta a todas las personas de uno u otro modo. El derecho a la salud y a la protección del entorno natural deberían estar por encima del consumo masivo de, por ejemplo, limpiadores para la piel o tintes para el pelo.

Aunque esto no es más que nuestro punto de vista. Yo misma voy evolucionando sobre mi forma de pensar, sobre mis prioridades y sobre mis decisiones al respecto.

👉🏼 Conclusión. Dos buenas prácticas

Si ignoramos las polémicas sobre los efectos para la salud humana y nos centramos en la sostenibilidad ambiental, como consumidores debemos tomar dos iniciativas.

  • Disminuir el consumo de cosméticos y optimizar su uso, además de ahorrar más agua.
  • Siempre que sea posible, usar productos con ingredientes naturales y biodegradables que provengan de buenas prácticas ecológicas, evitando así el uso de cosméticos que incluyan sustancias sintéticas.

🌿 Guía para un consumo sostenible de cosméticos

Como en cada una de las guías de consumo, dividimos la información en diferentes fases desde que surge la idea de comprar:

  • Evitar la compra
  • Durante la compra
  • Almacenamiento y conservación
  • Gestión de su residuo

Dentro de cada fase, aplicamos los principios de sosteniblidad: Prevención, reutilización, reciclaje, etc.

1. Evitar la compra

Prevención

  • Revisa bien qué productos cosméticos son imprescindibles para la higiene personal y evita todos los artículos de belleza innecesarios.
  • Mejora las prácticas de uso. Por ejemplo, sustituir o disminuir el papel higiénico por lavados (la fabricación de papel ya gasta agua).

Hasta ahora yo creía hacerlo mejor porque el papel que compraba era eco. Pero ecológico no siempre implica que sea sostenible. De momento he comenzado reduciendo su uso. Nuestros sistemas de saneamiento lo agradecerán.

Reutilización

Revisa si tienes sustitutivos naturales en casa, si tienes algún producto multiuso que también pueda cubrir la utilidad que buscas, o incluso, si puedes hacerlo en casa (cuidado con la química).

2. En caso de comprar

Certificaciones de cosmética ecológica

Antes de entrar en la compra, te mostramos algunas de las certificaciones de cosmética ecológica más comunes para familiarizarte con ellas.

Como ya vimos, una forma de asegurarnos de que los productos que vamos a comprar provienen de una producción sostenible, consiste en fijarnos en el etiquetado y las certificaciones.

Certificados de España, Alemania, Francia, Italia, etc. en Cosmética

Cada certificado tiene sus propios criterios de «ecológico» o «natural».

Por ejemplo, que al menos el 95% del producto debe ser de origen natural, que X% provenga de agricultura ecológica, que el control sobre el proceso de producción garantice que sea sostenible para el medio ambiente, que los envases sean reciclables o biodegradables (en caso de tenerlos), que la composición esté libre de  sustancias sintéticas, que no contenga colorantes, que no contenga perfumes,  etc.

En la página web de cada entidad certificadora, puedes consultar el producto certificado que quieres a comprar, para conocer los estándares que cumple.

Reducción

  • Siempre plantéate si te puede valer una unidad en lugar de dos o más. O un envase, más pequeño que grande. O si dispones de alternativas multiuso. Intenta siempre comprar menos cantidad y optimiza su uso.
  • A la hora de elegir un tipo de cosmético, intenta siempre elegir siguiendo este orden de preferencia: cosméticos ecológicos y naturales > cosméticos naturales > cosméticos sintéticos (esta la peor opción).
  • Elige cosméticos ecológicos siempre con su certificación. Y, además, es bueno informarse sobre lo que certifica cada sello.
  • Consideramos que comprar directamente productos ecológicos es la mejor decisión posible y «más segura». Sobre todo, si no dispones de tiempo, formación y ganas de investigar por tu cuenta.
  • Aun así, recuerda que el término «ecológico» no es lo mismo que saludable y viceversa.
  • Otra costumbre que es conveniente que sigas cuando vayas a comprar cosmética ecológica es, además de revisar el etiquetado, revisar el listado de ingredientes. Más abajo entraremos en detalle para entender las etiquetas.
  • Es importante que tengas especial cuidado cuando compres por internet. Aunque hay controles, nuestra legislación es más restrictiva y es posible que haya ingredientes prohibidos en Europa que en EEUU o China pueden utilizarse en la composición de cosméticos.
  • Por otra parte, también recomendamos que evites comprar artículos de un sólo uso específico. Por ejemplo: crema de manos, acondicionador, Kleenex, etc. En su lugar, busca alternativas multiuso o naturales como una única crema, un remedio casero, papel de rollo, etc.
  • Otro tema que debes tener en cuenta es que es mejor usar utensilios de madera o metal en lugar de plásticos (ej. cepillo de dientes, peine). Y siempre es mejor que sean reutilizables y duraderos, evitando los desechables de un sólo uso.
  • Siempre que puedas, es mejor comprar utensilios manuales.
  • Respecto a los pequeños electrodomésticos, en caso de usarlos, que sean eficientes, de bajo consumo y duraderos. Cuando se conviertan en residuo, debes tirarlo en el punto limpio (aparatos eléctricos y electrónicos).

Compra a granel

  • Otra clave que conviene que recuerdes siempre es que lo ideal es la compra a granel
  • Haz la compra con tu propia bolsa/recipiente resistente. Ni plástico, ni papel.
  • En cuestiones de packaging, es mejor que te decantes por productos que vengan con el mínimo envoltorio.
    • Si tienes dudas, recuerda este orden de preferencia: de materia prima renovable y biodegradable > reutilizable > reciclable.
    • En caso de reutilizar o reciclar, es preferible el vidrio y materiales textiles que papel. Evita siempre que puedas el plástico.
  • Prioriza productos que provengan de empresas con buenas prácticas ambientales, en tus compras de cosmética ecológica y sostenible. Las buenas prácticas pueden ser:
    • En la propia empresa: si realizan campañas, si tienen algún tipo de certificado
    • Del propio producto: etiquetado, certificaciones, origen de los materiales y ciclo de vida).
  • También es importante valorar las buenas prácticas sociales y laborales de las empresas que fabrican productos cosméticos naturales.

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3. Almacenamiento y conservación de los productos cosméticos naturales y ecológicos

  • La premisa básica en este punto es conservar correctamente los cosméticos y medicamentos, siguiendo siempre lo expresado en las instrucciones específicas (si las tienen).
  • Sé especialmente cuidadoso con la conservación de productos ecológicos, ya que estos no llevan conservantes sintéticos.
  • Utiliza recipientes opacos para protegerlos de la luz, que estén bien cerrados y alejados de las altas temperaturas y de la humedad.
  • Controla la fecha de caducidad, la de consumo preferente y/o la fecha de apertura, escribiéndola en el envase.

4. ¿Qué hacemos con el Residuo?

Reutilización

  • Reutiliza los recipientes de vidrio, las bolsas, etc.

Reciclaje

  • Separa los envases para que posteriormente los puedas depositar el contenedor correspondiente.
  • En caso de medicamentos, SIEMPRE –estén vacíos o no– debes llevarlos a los puntos SIGRE (ubicados en las farmacias).

Vertidos

  • Evita tirar por el desagüe todo tipo de sólidos, como papel higiénico, toallitas, etc.

Anexos

Para finalizar esta guía de consumo sobre cosmética ecológica, en esta sección explicamos más en detalle el etiquetado y listado de ingredientes, para ayudarte en la toma de decisiones.

Sobre el etiquetado. ¿Qué debe incluir? ¿Qué debemos saber?

A continuación vas a encontrar unas cuantas definiciones que conviene que conozcas para que entiendas bien las etiquetas de los productos de cosmética ecológica certificada:

  • Contenido nominal: se refiere al peso o volumen, salvo en cantidades inferiores a 5 gramos (g) o mililitros (ml), monodosis, muestras, etc.
  • Caducidad: fecha hasta la que sigue cumpliendo su función y no es perjudicial para la salud. Como mínimo, indicando mes/año y siempre que se hayan cumplido las indicaciones de uso y almacenamiento, si las hay.
    • Si la caducidad es superior a 30 meses, se indica el plazo desde su apertura (denominado PAO, Period After Opening) con un símbolo que es un recipiente abierto y el número de meses o años.
  • Lista de ingredientes: listado por orden de mayor a menor concentración, hasta las inferiores al 1%, que no tienen porque estar ordenadas.
    • Los ingredientes se nombrarán según las denominaciones indicadas en un glosario elaborado por la CE. Tendrá en cuenta nomenclaturas reconocidas internacionalmente, incluida la INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients).
    • En general, se encontrarán los nombres comunes escritos en inglés y, si provienen de una planta, en latín.
    • Otras veces encontramos siglas y números (como PEG-8, por ejemplo). Los colorantes distintos de los destinados a teñirse el pelo podrán mencionarse después, al final, mediante la nomenclatura del Colour Index (CI-no) y los perfumantes y aromáticos como «perfume» o «parfum» y «aroma».
  • Datos de empresa.
  • Referencia de producto y lote.
  • País de origen si no es la UE.
  • Precauciones particulares de empleo.
  • Función del producto, si no se deduce de la presentación.

En caso de productos cosméticos ecológicos, además de lo indicado anteriormente, debe constar la información adicional a la que obligue la legislación si es el caso (ejemplo, símbolo de que el producto tiene y adjunta unas instrucciones de uso) y lo que indique su certificación (asteriscos, porcentajes, sellos, etc.).

Algunos símbolos en el etiquetado de cosméticos. Recurso extraído de farmaciavida.com

Otro tipo de información

  • Podemos encontrar información adicional como si es hipoalergénico, si no se ha testado sobre animales, si está libre de aceites, si no lleva perfume, etc.
  • ☝🏼 Algunos de estos avisos denominados reclamos/reivindicaciones, desaparecerán con la nueva legislación, con la intención de proteger a los consumidores de mensajes que se presten a la confusión y competencia desleal. Encontrarás más detalles en el apartado siguiente.
  • Cuando el envase es de plástico, se representa con un triángulo con un número en su interior.
  • Además, las eiquetas no podrán utilizar información que atribuya características o funciones de las que carecen los productos. Una limitación que también se aplica a la publicidad.

Reclamos y reivindicaciones (Etiquetas, Publicidad, etc)

En materia de cosméticos, a diferencia de lo que sucede en la agricultura, aún no están reglamentadas las definiciones de natural, biológico, ecológico, etc. Esto es algo que puede inducir a error, ya que ni si quiera están bien definidos ni concretados estos términos.

Muchas veces los mensajes de «con» o «sin» algún ingrediente son engañosos.

Hipoalergénico

Los hipoalergénicos –usados en casos en los que no están diseñados «especialmente» como hipoalergénico– son un ejemplo de cómo emplean este tipo de indicativo para diferenciarse de la competencia, cuando la realidad es que probablemente esa familia de producto, sea hipoalergénica de por sí.

Respecto a la tendencia de lo biodegradable, si profundizamos un poco más, encontramos con que en muchas ocasiones no se aclaran las condiciones ni el plazo de tiempo en que es biodegradable.

Reciclable

Otro elemento engañoso relacionado con el concepto de reciclable se produce con cierta frecuencia, ya que no es más ecológico un producto por llevar el punto verde. De hecho, es algo que, es obligatorio por normativa.

Buenas noticias: salvo el primer punto de las definiciones, el resto de conceptos ha cambiado hace relativamente poco tiempo. Hay una legislación europea sobre todo esto, cuyas últimas aplicaciones realizadas por la AEMPS en España (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) entraron en vigor en julio de 2019.

En teoría, estas leyes implican más protección para el consumidor.

En la práctica, significa que, por ejemplo, ya no se podrá reivindicar en un cosmético, salvo excepciones, los «sin» (sin parabenos, sin sulfatos, sin fenoxietanol, etc.)… O que no se podrá reivindicar que un cosmético es hipoalergénico a no ser que haya sido diseñado especialmente para serlo.

La mayoría de estos cambios se refieren a temas de salud, pero en cuanto al medio ambiente no cambia nada.

En cualquier caso, lo mejor siempre es tratar de aprender a leer y entender los ingredientes que figuran en las etiquetas de los cosméticos.

Por último señalar que, aunque ya estén prohibidas algunas, las hemos mencionado porque durante un tiempo convivirán en el mercado los etiquetados nuevos con los anteriores a julio de 2019.

cosmetica sostenible

Ejemplos de reclamos y reivindicaciones en las etiquetas

Sobre las sustancias sintéticas

Lo primero que debes saber es que las sustancias sintéticas no existen en la naturaleza o, aunque existan, los fabricantes las sintetizan mediante procesos industriales.

Por esa razón, tienen impacto sobre el medio ambiente en dos sentidos:

  • Por su vertido: uso cosmético, aclarado con agua, aguas residuales, dificultades en la depuración, contaminación del medio acuático.
  • Por su producción: extracción de materias primas, transporte, procesado industrial, generación de emisiones, vertidos y residuos peligrosos.

Las sustancias de origen natural, incluso sin ser ecológicas, como mínimo ahorran y disminuyen el impacto del procesado industrial y además son biodegradables.

En este punto queremos señalar que hablamos de forma genérica y dado que son miles los ingredientes cosméticos reconocidos por la UE, seguro que podría haber muchas excepciones.

¿Qué puedo hacer para comprar cosmética si no tengo ni idea de química?

Sabemos que comprar cosmética puede llegar a ser una tarea complicada y difícil de digerir. 

Por eso te planteamos aquí dos opciones:

Opción 1. Comprobar los ingredientes

Esta opción creemos que no es práctica para el consumidor medio. Te explicamos por qué y te damos unas herramientas.

Debido al elevado número de nuevos ingredientes introducidos cada año, sumado a las revisiones y nuevos estudios sobre los ya existentes, hacen que

  1. El inventario y la nomenclatura queden obsoletos con frecuencia. Desde un primer listado en 1996 (Decisión 96/335/CE) se han ido haciendo modificaciones (por ejemplo, la Decisión 2006/257/CE). La última, Decisión 2019/701, estará vigente a partir del próximo 08/05/2020 e incluye más de 26.000 ingredientes.
  2. Los anexos (del Reglamento europeo 1223/2009 sobre cosméticos), incluyen los ingredientes con restricciones de uso vayan siendo modificados a través de nueva legislación.

Si…

La normativa indica los ingredientes (glosario, prohibiciones, concentraciones máximas, etc.)

Pero…

No habla de cómo pueden reaccionar entre sí pudiendo generar terceras sustancias que sean peligrosas. Aunque aceptemos que los ingredientes individuales son seguros, nos quedarían dudas respecto a las posibles interacciones entre ellos, durante su uso y/o en su vertido.

Sí…

Está regulado

Pero…

Como consumidores, es complicado leer y entender la etiqueta de un cosmético. En el Glosario hay literalmente miles de compuestos, tanto naturales como sintéticos. Existen buscadores e incluso aplicaciones que nos informan sobre la peligrosidad de los compuestos. Sin embargo, la realidad es que no hay seguridad de casi nada porque casi siempre encontramos «peros» en forma de estudios.

🔎 Herramientas para buscar un ingrediente

Bases de datos online de sustancias químicas

Listados o anexos incluidos en legislación, en formato de PDF, podrás localizar las sustancias utilizando el buscador de palabras.

Aplicaciones

Yuca, GoodGuide, Ingred, etc. son algunas aplicaciones que han emergido para la consulta de sustancias, pero se centran mayormente en la salud y no tienen en cuenta el medio ambiente o la sosteniblidad.

Por tanto, para nosotros no son una opción.

Además, que dada la complejidad y cambios en las sustancias, lo mejor es consultar en las bases de datos citadas más arriba.

Opción 2. Comprar cosmética ecológica

Sí…

Como dijimos, nuestra mejor opción es elegir aquellos ingredientes naturales y biodegradables que provengan de buenas prácticas ecológicas.

Pero…

Ya mencionamos que las normativas actuales sobre cosméticos no definen «natural», «biológico», ni tampoco «ecológico». No hay un reglamento específico sobre ellos, aunque sí de agricultura ecológica.

Que un producto sea natural o ecológico no es sinónimo de inocuo o inofensivo, puesto que hay plantas tóxicas y con alérgenos.

Dado el vacío normativo en este ámbito, surgen normas, estándares, certificaciones, sellos… Y en este momento en el que emerge «lo natural», como una tendencia cada vez más marcada, a veces podemos encontrarnos ante la duda de si estos surgimientos nacen por ética o por mercado.

Sumado todo esto a lo anterior, nos damos cuenta de lo complicado que se nos pone a los consumidores.

La forma más certera de asegurar que un cosmético cumple con nuestros requisitos es leer y valorar el listado de ingredientes. Y si está certificado, revisar bien qué implica tener esta certificación.

Certificaciones y sellos. Lo «ecológico»

Dado que no hay legislación sobre el uso de los términos natural, eco, etc. en el ámbito cosmético, lo más fiable será que si en el producto aparece alguna de estas palabras, vaya acompañado de alguna certificación que las avale.

De esta forma nos aseguramos un cierto control sobre lo que significan esas palabras en el cosmético que vayamos a comprar.

Las normas para lo «ecológico» pueden ser parecidas, aunque cada certificación es diferente a las demás. Por lo tanto, depende de cada persona informarse al respecto y elegir lo que considere más adecuado.

Funcionamiento de las certificadoras

El proceso comienza cuando una organización «A», en este caso privada, redacta una norma donde indica las condiciones a seguir para que un cosmético sea «ecológico».

Entonces, un fabricante «B» decide fabricar según esta norma.

Una vez que el producto ecológico está listo para comercializarse, la organización «A» –o una tercera empresa «C»– certifica/avala que «B» cumple esa norma y así certifica el producto como «cosmético ecológico, según A».

En Certificaciones, más arriba puedes ver algunos ejemplos.

que es la cosmetica ecologica

Seguridad respecto a los cosméticos. Las autoridades competentes españolas en materia de cosméticos

Los organismos públicos encargados de velar por la seguridad de los cosméticos ecológicos son la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) y la Inspección Farmaceútica y las autoridades sanitarias autonómicas y locales.

Por otro lado, ante cualquier problema también se acudirá a la OMIC o a las Oficina de Consumo de las comunidades autónomas, y si fuera necesario, en caso de una intoxicación o de una reacción adversa, acudir al centro médico.


Fuentes y bibliografía

Legislación

Real Decreto 85/2018 por el que se regulan los productos cosméticos. Boletín Oficial del Estado (BOE)
Real Decreto 1599/1997 sobre productos cosméticos. BOE.
Reglamento (CE) 1223/2009 sobre los productos cosméticos. Diario Oficial de la UE (DOUE).
Reglamento (UE) 655/2013 relativo a los contenidos de las reivindicaciones en cosméticos». DOUE.
Decisión (UE) 2019/701 relativo al glosario de nombres comunes de ingredientes. DOUE.

Memoria 2018″. Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética).
Legislación española sobre productos cosméticos. AEMPS

Estudios

PDF Socio-Economic Contribution of the European Cosmetics Industry. Cosmetics Europe, 2019.
Environmental Sustainability in the Cosmetics Industry. Key Facts. Cosmetics Europe, 2019.
State of the science of endocrine disrupting chemicals – 2012. Organización Mundial de la Salud, 2013.
Prevención de la contaminación en hábitos de consumo de la ciudadanía. ECODES, 2018.
La gestión del agua en España. Análisis y retos del ciclo urbano del agua. PwC España, 2018.

Artículos

A review of what is an emerging contaminant. Artículo, 2014. US National Library of Medicine.
Cosmética natural y ecológica. Regulación y clasificación. Artículo en Offarm Vol. 27, 2008.

Documentos

PDF Prevención de la contaminación en hábitos de consumo de la ciudadanía. ECODES, 2018.
PDF Buenas prácticas en el uso de los sistemas de saneamiento urbano. Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), 2012.

Recursos

Enlaces de interés

Puntos SIGRE. Reciclaje de medicamentos en farmacias.
Industria cosmética en España
Industria cosmética en Europa

Buscadores y bases de datos de ingredientes y sustancias químicas:

De organizaciones públicas

https://ec.europa.eu/growth/tools-databases/cosing/?locale=en
https://chemicalsinourlife.echa.europa.eu/es/search-for-chemicals
https://risctox.istas.net/dn_risctox_buscador.asp
https://www.echemportal.org/
https://toxtown.nlm.nih.gov/chemicals-and-contaminants

A iniciativa de la industria cosmética (indican ser independientes) 

https://www.cir-safety.org/ingredients

De iniciativas ciudadanas (ONGs) y Privadas

https://www.ewg.org/skindeep/
https://laveritesurlescosmetiques.com/
https://www.nuilea.com/es/ingredientes?buscador=true
https://cosmeticsinfo.org/
http://www.cosmeticanalysis.com/

Cosmética natural/ecológica

https://www.ecocert.com/es/detaile-de-certification/cosmeticos-ecologicos-o-naturales-cosmos- https://www.cosmos-standard.org/
https://www.kontrollierte-naturkosmetik.de/e/index_e.htm
https://www.cosmebio.org/en/
http://www.ccpb.it/en/blog/certificazione/organic-cosmetics/
http://www.biovidasana.org/
https://www.natrue.org/es/
https://www.soilassociation.org/certification/beauty-wellbeing/
https://www.bio-inspecta.ch/en/home.html
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🙏🏼 Investigación y asesoramiento por José Carlos Marqués Gómez. Licenciado en Ciencias Ambientales

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