Alimentación sostenible. Guía de consumo [Actualizado 2023]

La alimentación es una de nuestras necesidades básicas. Además, se trata de una de las conexiones más importantes del ser humano con la naturaleza.

Las decisiones que tomamos en una tienda al comprar un alimento, o cuando salimos a comer a un restaurante, influyen no sólo en nuestra salud sino también en la forma de cultivar, criar o capturar lo que luego será nuestra comida. Y hay un problema mayor: el mundo cada vez está más superpoblado.

No soy ecologista ni revolucionaria verde. Sólo soy una ciudadana como tú que ha empezado a sensibilizarse con el medio ambiente. Quería aprender, en medio de tanto ruido e información, unas pautas claras sobre cómo ser más sostenible cuando me alimento, y concienciarme del impacto que tenemos ahí fuera desde la industria hasta en el hogar en el ámbito de la alimentación.

Para ello, le pedí a Jose Carlos Marqués –licenciado en ambientales– que me ayudase con esta guía. Jose ha realizado la investigación previa sobre alimentación ecológica, así como colaborado a estructurar la información y extraer las correspondientes conclusiones.

Algunos datos sobre la alimentación en el mundo

Antes de entrar en materia, consideramos que debes conocer algunos datos sobre la alimentación en el mundo

Para que sea más fácil de entender, primero te vamos a dar una visión resumida, que te dará acceso a la información más relevante, para luego centrarnos más en los detalles.

En resumen

A grandes rasgos podemos decir que hay algunas ideas sobre las que existe un consenso a nivel mundial:

  • La humanidad está inmersa en un proceso imparable de superpoblación y crecimiento sin freno
  • El sobrepeso se está convirtiendo en una pandemia a nivel mundial
  • Un tercio de los alimentos que producimos se pierden o se desperdician

En detalle

La ONU reconoce que alrededor del 11% de la población mundial está subalimentada. También que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos se pierden o desperdician.

La falta de alimentos no se debe sólo a desastres climáticos o a la sobreexplotación de los recursos naturales, sino a conflictos socioeconómicos y/o armados.

En consonancia, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura): Se estima que, a nivel mundial, el número de personas afectadas por la subalimentación o por la carencia crónica de alimentos se ha incrementado de unos 804 millones en 2016 a casi 821 millones en 2017. Al mismo tiempo, se estima que un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician.

Si estas cifras ya eran alarmantes, desde la irrupción del Covid 19 en 2020 —que ha provocado graves colapsos económicos y sanitarios— la situación ha empeorado aún más. 

De hecho, las crisis energéticas, junto con las tensiones bélicas que se están viviendo a nivel mundial en 2022, han provocado problemas en el comercio internacional, en el abastecimiento de algunos alimentos y un aumento de la inflación cada vez más insoportables.  

Unas circunstancias que provocan todavía más desigualdades y situaciones de subalimentación en las poblaciones más desfavorecidas.

Y resulta irónica esta situación, cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte que casi el 40% de la población mundial en edad adulta tiene sobrepeso o padece obesidad.

En este enlace, la OMS nos facilita esta información:

  • Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
  • En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
  • En 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
  • La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
  • En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
  • En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
  • A nivel mundial, el sobrepeso y la obesidad están vinculados con un mayor número de muertes que la insuficiencia ponderal. En general, hay más personas obesas que con peso inferior al normal. Ello ocurre en todas las regiones, excepto en partes de África subsahariana y Asia.

En 2022, The World Obesity Atlas, presentó unas proyecciones que estiman que el problema de la obesidad mundial es tan grave que en 2030 el número de personas que padezcan sobrepeso ascenderá a los 1.000 millones en todo el planeta.

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Conclusión

Considerando todo esto, podemos decir que nuestra prioridad en el objetivo hacia una alimentación sostenible, no debería ser producir más alimentos sino:

  • Mejorar la gestión de los que ya producimos con un reparto más justo y sostenible
  • Una disminución de las pérdidas dentro de lo posible (sobre todo de los desperdicios)
  • Un cambio del modelo de consumo a nivel de distribución y de comprador final.

El problema de la alimentación hoy en día es un problema por magnitudes, futuro y hábitos.

Problemáticas ambientales de la producción y consumo de alimentos.

Te pido que leas con atención este epígrafe y que no pasemos por encima como si esto no fuera con nosotros.

Es importante que te detengas y que reflexiones sobre cada punto.

Todos estos impactos son los que generamos en la naturaleza para nosotros comer.

Se han enumerado en general, pero podemos encontrar muchos más y variados si investigamos cada actividad de producción de alimentos, de forma pormenorizada.

Estos son a grandes rasgos las consecuencias medio ambientales originadas para que podamos para que nosotros nos alimentemos:

  • Cambios de uso de suelo: deforestación, pérdida de biodiversidad, erosión, pérdida de fertilidad, etc.
  • Consumo de agua dulce: riego, mantenimiento de animales, instalaciones y procesos.
  • Contaminación del agua: plaguicidas, fertilizantes, lixiviados, vertidos de alta carga orgánica de mataderos, etc,
  • Contaminación del aire: generación de gases de efecto invernadero, quema de combustibles fósiles, síntesis de productos químicos, etc.
  • Contaminación del suelo: lixiviados, fertilizantes y plaguicidas.
  • Gestión de residuos: estiércoles, maquinaria, etc.
  • Transporte: exportar garbanzos españoles e importar mexicanos, importar soja para los piensos compuestos, etc.
  • Uso masivo de plástico: invernaderos, envases, embalajes, envoltorios, etc.
  • Excesiva utilización de sustancias peligrosas: Plaguicidas y antibióticos, los fertilizantes y piensos compuestos.

¿Qué es la alimentación ecológica?

Antes de continuar con la lectura de esta guía de consumo sobre alimentación sostenible, queremos responder a una pregunta muy frecuente: ¿qué es la alimentación ecológica?

Por alimentación ecológica estamos haciendo referencia a una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente

Esto quiere decir que la alimentación ecológica se basa en la ingesta de ingredientes cultivados o fabricados con métodos de producción que siguen estos criterios: 

  • Usa solo métodos y técnicas naturales.
  • Su impacto medio ambiental es prácticamente nulo. 
  • Protege la salud de los consumidores. 
  • Se basa en el respeto y bienestar animal. 
  • No utiliza componentes químicos añadidos en exceso. 
  • Limita el uso de aditivos (llegando incluso a anularse por completo). 
  • Respeta la biodiversidad. 
  • Evita al máximo la contaminación. 

Para que te hagas una idea, en la Unión Europea se considera agricultura ecológica (que produce alimentos ecológicos y sostenibles) a aquellos procesos agrícolas y productivos que limitan el uso de productos que no sean de origen agrícola. 

Con esto, la Unión Europea establece restricciones a los componentes químicos usados para aumentar la producción agrícola, así como el uso de aditivos en la fabricación de productos alimentarios. 

Además, durante la producción de alimentos ecológicos, es necesario limitar al máximo el uso de sustancias químicas como plaguicidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes, etc. En su lugar, pueden emplearse para los mismos fines productos naturales y orgánicos. 

Otro dato respecto al tema de la alimentación ecológica, es que la FAO solo permite certificar como producción ecológica a aquellos cultivos realizados en tierras libres de insumos químicos desde 2 o 3 años antes del inicio de la producción.

👉🏼 Qué tendremos en cuenta en la compra para una alimentación más sostenible

«Compra sólo aquello que necesitas, y come todo lo que compras»

Tanto si hablamos de ropa, como si lo hacemos de comida o cualquier otro tipo de consumo, la primera acción para ser más sostenibles es la prevención. Es decir, evitar la compra.

Aquí es necesario que todos nos pongamos las pilas.

Según la FAO, Europa, América del Norte y Oceanía, son los continentes en los que, con diferencia, más comida per cápita se desperdicia por los consumidores.

Hortalizas VS Carne

Este es un debate amplio y un punto delicado a tratar.

Aquí nos centraremos sólo a en el aspecto ambiental, sin entrar en lo que es mejor éticamente o nutricionalmente.

La FAO estima que para 2050 estaremos cerca de duplicar el consumo de carne per capita respecto al año 2000.

El problema es que la producción de carne requiere de la producción de vegetales o de piensos que también suelen incluir vegetales, es decir, el impacto de producir carne implica también el impacto previo de producir vegetales.

Dejando aparte los gases de efecto invernadero y pensando simplemente en estas tendencias, es como para preocuparse.

Por tanto, en Raza Sostenible creemos que un hábito necesario, responsable y sostenible sería comer menos cantidad de carne.

De temporada

Comprar fuera de temporada es sinónimo de impacto en transporte o de usos de plantaciones tipo invernadero.

Además, los productos de temporada son usualmente más sostenibles y si la cosecha ha sido buena, más baratos.

Un producto de temporada depende del lugar en el que se ha cultivado y de la variedad genética.

¡Ojo con el pescado! También tienen su temporada (según su desove).

Productos de proximidad y Kilómetro 0

Los productos dentro de esta categoría disminuyen el impacto debido al transporte, favorecen la economía local y a los pequeños productores. De hecho, son productos que usualmente deberían ser más frescos.

Que sean de proximidad no garantiza que sean de temporada (ejemplo: invernaderos) o ecológicos. Es más, podría tener menos impacto global un producto que no fuese Kilómetro 0 pero sí certificado como ecológico.

Este concepto de proximidad normalmente se refiere a un radio de 100 Km, respecto al punto de venta o lugar de consumo.

Ecológico, biológico, orgánico, sostenible

¿Alguna vez te has preguntado la diferencia que existe entre estos términos? Aquí te aclaramos esta duda: son sinónimos a nivel legal en la UE.

A nivel legislativo, sólo hay un reglamento comunitario que desarrolla «la producción y etiquetado de los productos ecológicos» pero no de biológicos u orgánicos.

Curiosamente, mientras en la etiqueta para nuestros productos ecológicos viene un «eco», en Francia viene un «bio»,  término más extendido allí.

¡Ojo! Porque no en todo lo que ponga «eco» cumplirá el reglamento. En este caso, nos fiaremos del etiquetado oficial.

En España se corresponde a esta imagen. Más adelante hablamos de ello.

Independientemente del término usado, salvo si es el oficial de la UE, todos los productos de alimentación ecológica deberían indicar cómo definen en cada caso dicho término para facilitar su comprensión por parte del consumidor. O, al menos, estandarizar términos.

Con la misma minuciosidad que aprendemos características técnicas para comprar un producto tecnológico y que no nos la den con queso, debemos transferir esta misma curiosidad para con nuestra alimentación.

Al comienzo, y como sucede con todos los hábitos, es un rollo mirarlo todo y darle una pensada, pero con el tiempo tendrás más maña, ganarás tú y ganará nuestra gran casa.

Decimos esto porque, aún con los etiquetados, puedes encontrarte un atún en conserva ecológico y lo mismo, de ecológico lo único que tiene es el aceite de oliva.

Restauración y alimentación ecológica

Nos alimentamos en casa, pero también fuera de ella.

Más allá de alimentarnos, comer en la calle es una propuesta de ocio y un acto social.

La pregunta entonces sería la siguiente ¿Podemos continuar nuestro nuevo hábito de ser sostenibles en la alimentación, cuando salgamos a cenar a un restaurante también?

A día de hoy no hay una legislación aplicable en materia ambiental-ecológica en restauración, aunque existen:

Aquí tendríamos que aplicar nuestra curiosidad para hacer una investigación previa sobre cómo trabajan en el establecimiento al que quieres ir a comer.

En Raza Sostenible estamos ofrecemos las mejores opciones en restauración para facilitarte esta tarea.

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¿Sabes qué? A mí me ayuda pensar a pequeña escala e imaginar que en la ciudad hay una granja y que comemos todos de ahí.

En este momento, la realidad es que comemos más de lo que necesitamos y mucho de lo que compramos se nos echa a perder. 

El hecho de comprar directamente del súper hace que perdamos esa conexión con lo que hay disponible ahora mismo en la naturaleza. Y es lógico, estamos sumidos en nuestra carrera diaria y el medio ambiente no suele ser nuestra prioridad.

La buena noticia es que podemos hacer algo : )

🌿 Guía para un consumo sostenible en la alimentación

Independientemente de la materia que tratemos en cada momento – ya sea moda sostenible, cosmética ecológica, transporte, muebles, etc. siempre aplicaremos los principios de sostenibilidad (prevención, reutilización, reciclaje, etc.), en cada una de las fases desde que surge la idea de comprar:

  • Evitar la compra
  • Durante la compra
  • Almacenamiento y conservación
  • Gestión de su residuo

1. Evitar la compra

Prevención 

  • Haz una lista de la compra realista. Para ello, revisa bien la despensa y el frigorífico.
  • Termina las sobras antes de cocinar algo nuevo.
  • Cuida mucho la cantidad de productos frescos que compras.
  • Lo primero que entra, es lo primero que debe salir.

Reutilización

¿Te ha sobrado comida en casa? En este caso, guarda, congela o úsalo como nuevo ingrediente. Si sobró comida en el restaurante, llévatelo a casa (si existe la posibilidad de que te lo preparen).

2. Certificaciones y sellos de alimentación ecológica

Antes de entrar en la compra, te facilitamos algunas de las certificaciones y sellos más comunes del sector agroalimentario, para familiarizarte con ellos.

En este orden: Ecocert, AB Agriculture Biologique, USDA Organic, Gobal G.A.P., ASC, GGN, MSC, ISSF, Friend of the Sea, PLS, Rainforest Alliance, Wineries.
Infografía extraída de https://www.ecological.bio/es/los-sellos-certificacion-ecologica/

3. En la compra

Reducción

  • Procura siempre valorar si te vas a tener suficiente con una unidad en lugar de dos, si es mejor adquirir un tamaño pequeño que grande o si es posible comprar unas porciones de producto.

Consejos generales en la compra

  • Mejor ecológico, con su certificación.
  • Lleva tu propia bolsa resistente (evitando el plástico y el papel)
  • Siempre que puedas, compra a granel.
  • Si no, escoge el mínimo envoltorio.
  • E intenta que los envases sean reciclados y/o biodegradables.
  • Compra más verduras y legumbres, y menos carne.
  • Consume más pescado que carne.
  • En caso de carne, prioriza más el pollo y el cerdo que la carne roja.
  • Mejor productos de proximidad o Km0.
  • Prioriza aquellos con buenas prácticas ambientales en la empresa o del producto en sí (lo identificaremos por sus certificados, campañas, Km0) y buenas prácticas sociales (también identificable por certificaciones, campañas, etc)
  • Evita al máximo todos los alimentos precocinados y procesados. Presta especial atención a ingredientes como el aceite de palma y los azúcares añadidos.
  • Presta atención al etiquetado para que no te la cuelen.
  • Aprovecha los productos más baratos cercanos a la fecha de caducidad y compra sin miedo las hortalizas más «feas». No significa que estén dañadas o que ya no puedan realmente consumirse.
  • La mejor opción es fresco. Después congelado. Por último, procesado.
  • Escoge productos de temporada, tanto en las verduras como en los pescados.

Enlace al Directorio de tiendas de alimentación sostenible dónde comprar

4. Consumo responsable por grupo de productos

Como vimos anteriormente, una forma de asegurarnos de que los productos que vamos a comprar provienen de una producción sostenible consiste en fijarnos en el etiquetado y en las certificaciones con las que cuentan.

Productos de origen vegetal: hortalizas (verduras, legumbres), frutas, aceites y conservas.

  • Ten en cuenta cuando hagas la compra qué frutas y verduras son más perecederas y elige siempre productos de temporada.
  • A la hora de cocinar, prioriza la cocina al vapor, al horno, a la plancha y al natural, evitando gastar mucho aceite en frituras.
    • El aceite usado hay que llevarlo al punto limpio o contenedores específicos para ello; entregarlo a empresas que lo usan como subproducto o incluso hacer jabón si no está muy quemado.
    • Jamás verterlo como agua residual doméstica.

Certificados y etiquetados:

Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, Global G.A.P., etc.

Pastas, arroces y otros cereales

  • Son excelentes comidas de aprovechamiento, que nos ayudan a reutilizar restos de otros alimentos, evitando además el desperdicio de comida.

Certificados y etiquetados: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, Global G.A.P., etc.

Carne y embutido

  • La carne de vacuno y de pequeños rumiantes es la más contaminante.
  • La apuesta es reducir todas las carnes más contaminantes y equilibrar la dieta con pollo y cerdo, así como con pescado (ecos).
  • Ten siempre presente el origen de la carne, los azúcares añadidos (en el caso de los embutidos) y rotes los distintos tipos de carne que vayas consumiendo.

Certificados y etiquetados: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, Global G.A.P., etc.

Pescado y productos pesqueros

  • Consumir pescado de temporada. Puedes consultarlo en este Calendario de Greenpeace.
  • Consulta si la especie está sobre explotada, la técnica de pesca y la procedencia. Puedes hacerlo en esta Guía de Pescado para un consumo responsable de WWF. Un buscador donde introduces la especie y te indica todos estos datos.
  • Rota los tipos de pescado y añade a esta rotación pescados menos habituales.
  • Recuerda que ni la acuicultura ni la pesca salvaje es mejor la una que la otra. Ambas presentan problemas, dependiendo de cómo se gestionen.
  • Compra en lugares autorizados (como pescaderías y plazas de abastos) y evita siempre procedencias desconocidas del pescado.
  • Ten en cuenta también la talla mínima y las vedas.

Certificados y etiquetados de acuicultura: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, ASC, GGN.

Certificados y etiquetados de pesca de captura: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, MSC, Friends of the Sea, ISSF.

Queremos informarte también de que Greenpeace no da fiabilidad a estos sellos de captura. En cambio, WWF sí que contempla como positivos el MSC y el ASC. Puedes identificarlos en la infografía de sellos, más arriba en este mismo artículo.

Lácteos y huevos

  • A partir de enero de 2019 es obligatorio indicar el origen de la leche en el etiquetado de todos los tipos de leche y productos lácteos elaborados en España, que se comercialicen en territorio español.
  • Los huevos de producción ecológica son los más fiables (Empiezan con el nº y van acompañados de su certificado correspondiente). Los huevos etiquetados como camperos «valen» ambientalmente.

Certificados y etiquetados: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, sello PLS, Global G.A.P., etc.

El sello PLS (Productos Lácteos Sostenibles), se refiere a sostenibilidad sólo económica y a origen español.

Chocolate, café, té e infusiones

  • A la hora de consumir chocolate, siempre es mejor que provenga de cacao y caña de azúcar ecológicos. Y por supuesto, sin aceite de palma ni azúcares refinados.
  • Respecto al café, que sea de cultivo ecológico y evitar las cápsulas. Ya hay opciones biodegradables o mejor aún, las reutilizables de acero inoxidable.
  • Los tés e infusiones deben provenir de cultivos ecológicos, cuidando que el packaging sea también biodegradable.

Certificados y etiquetados: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, Rainforest Alliance, Fairtrade, Global G.A.P., etc.

Productos vitivinícolas

  • Lo mejor es la botella de vidrio y aún mejor, si te la rellenan; como se hacía antes.

Certificados y etiquetados: Ecocert, Certificación de agricultura ecológica de comunidades autónomas, Wineries for Climate Protection, Global G.A.P., etc.

Agua embotellada, refrescos, zumos

  • Plantéate si realmente es necesaria el agua embotellada.
  • Consume mejor agua del grifo, siempre que tu zona te lo permita.
  • En caso de comprar, minimiza el packaging plástico.
  • Usa jarras de cristal y botellas de vidrio.
  • Evita los refrescos y los zumos. En todo caso, prepáralo en casa controlando el proceso.

Procesados

  • Para los alimentos procesados que son mezcla de los mencionados anteriormente –como el pan, bollería, salsa, etc.– ten en cuenta lo mencionado en cada uno de ellos. Ejemplo: harina ecológica, aceite que no sea de palma, azúcares no refinados, tomates y huevos ecológicos, etc.

5. Almacenamiento y conservación

En nuestro propósito de llevar una alimentación sostenible, recordamos la importancia de evitar generar residuos y desperdicios. Por ello, es importante aprender a conservar correctamente los alimentos.

Para ello, en la mayoría de las casas contamos con lugares frescos, frigorífico y congelador.

¿Cómo hacer un uso óptimo del frigorífico?

Según tipo de alimento y temperatura de cada uno de los compartimentos:

  • En la parte superior los alimentos no necesitan tanto frío: aquí colocaremos alimentos que ya han sido cocinados, como las sobras de comida y también conservas que están aún sin terminar.
  • La parte media podemos reservarla para los lácteos, como quesos, yogures, etc.
  • La parte inferior es la más fría del frigorífico: hoy por hoy los fabricantes ya lo dividen en dos cajones; y por lo general ya nos indican con un dibujo qué colocar en ellos.
    • El primer cajón se reservará para verduras y frutas, intentando mantener cierto espacio entre ellos.
    • El segundo cajón se aprovechará para los alimentos crudos y más perecederos, como son las carnes y los pescados. Especial cuidado con estos últimos, manteniéndolos bien cerrados y limpia la zona del juego que sueltan.
  • La puerta es la zona más cálida de la nevera: aquí colocaremos los huevos, salsas, mantequillas, bebidas, conservas, mermeladas, etc.
  • Fuera del frigorífico: los ajos, cebollas, patatas, tomates (verás como no pierden su sabor) y frutas como la piña, plátano y aguacates.

Por último, queremos aclarar que la expresión «Consumir preferentemente antes de» no quiere decir «Consumir antes de».

6. ¿Qué hacemos con el residuo?

Reutilización

  • De nuevo, si se trata de sobras, es mejor que se guarden, congelen, comparten, regalen… O aprovecharlas para otras recetas como croquetas, revueltos, arroces, pastas, ensaladas, etc.

Reciclaje

  • Siempre que puedas, la mejor opción es compostar.
  • Si no es posible, trata de separar bien los residuos orgánicos del resto de residuos.

Fuentes y bibliografía

Legislación
Reglamento (UE) 2018/848 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos

Libros
«Despilfarro. El escándalo global de la comida». Stuart, Tristam. 2011. ISBN 978-8420653457.

Estudios
PDF «Food wastage footprint. Impacts on natural resources». FAO, 2013.
PDF «El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018». FAO.
PDF «La larga sombra del ganado, problemas ambientales y opciones». FAO, 2006.
PDF «Menos es más. Reducir la producción y consumo de carne y lácteos para una vida y planeta más saludables». Greenpeace, 2018.
Web «Sources of Greenhouse Gas Emissions». EPA (United States Environmental Protection Agency), 2016.
PDF «El estado mundial de la pesca y la acuicultura». FAO, 2018.
PDF «Consumo responsable de pescado». Greenpeace, 2010.

Artículos
«Obesidad y sobrepeso». OMS (Organización Mundial de la Salud), 2018.

Recursos y enlaces de interés

Recetas y menús
PDF Menú: Dieta Sana, Planeta Sano (Greenpeace)

Guías, herramientas y aplicaciones de consulta
WEB Calendario de frutas y verduras. (soydetemporada.es)
PDF descargable con los productos de temporada (soydetemporada.es)
WEB Calendario «A cada temporada su pescado» (centreinteractiudelpeix.org)
WEB Pescado de temporada» (Greenpeace)
WEB Guía de pescado para consultar si su consumo es recomendable y elegir mejor su procedencia (WWF)
PDF «Guía del consumo responsable de pescado». FEDEPESCA. Con un recetario sostenible.
PDF Mapa de Frutas con denominación de origen protegida e indicación geográfica protegida. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
PDF Mapa de Hortalizas y verduras con denominación de origen e indicación geográfica protegida. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Iniciativas
WEB Lunes sin carne y su Recetario (requiere indicar un correo)

De interés
WEB Slowfood
Artículo «Certificación ecológica en España: ¿Quién acredita que un producto es ecológico-biológico-orgánico?» de BIOECO.
INFOGRAFÍA FAO «Do Good, Save Food!». Se trata de 9 tips para reducir el desperdicio de comida.
Artículo «El código de los huevos. Cómo te ayuda a elegirlos». de Saia.es.

Restauración
Web Restaurantes Sostenibles
Web Te lo sirvo verde. Servicios de formación y consultoría para incorporar la sostenibilidad en restauración
Web Km0SlowFood

🌿 Tiendas de alimentación ecológica en Madrid (enlace)

Investigación y asesoramiento por José Carlos Marqués Gómez. Licenciado en Ciencias Ambientales. 🙏🏼 Gracias.

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Sería genial si además me ayudas a llevar esta información a más personas.

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